En Las Mañas del Poder, no eres cualquier ciudadano. Eres un político en campaña que está dispuesto a TODO con tal de ganar: prometer, mentir, robar, hacer alianzas y hasta mandar con San Pedro a quien se interponga en tu camino.
Cada jugador representa a un candidato de un partido político que buscará quedarse con el hueso mayor: el poder absoluto. Para lograrlo, tendrás que ganar votos, hacer tratos turbios, y usar todas las mañas que tengas bajo la manga.
Cada jugador recibe una carta de partido político, cartas de financiamiento (💵), de acción (🔴) y de propuesta (⚪). Eso es tu arsenal político.
¿Qué pasa en cada turno?
1. Robas una carta al azar, según lo que indique el dado (de financiamiento, acción o propuesta).
Si no te gusta, puedes volver a tirar el dado… ¡pero a la tercera ya te aguantas con lo que te toque!
2. Haces campaña:
Juegas una carta de tu mano (roja o blanca) para ganar votos o activar alguna acción de las cartas rojas. Puedes pagar una carta verde para jugar otra roja o blanca. Y adicionalmente, puedes pagar 10 cartas verdes para matar a un candidato.
3. Cobra favores (solo si estás en alianza): Puedes ver la mano de tu aliado, intercambiar cartas o compartir votos... si confías en él.
Y si alguien se pasa de lanza...
Puedes acusarlo de hacer trampa y lanzarlo a un Juicio Electoral, donde los demás deciden si lo perdonan o lo castigan quitándole votos. ¡Aguas si te cachan!
¿Y si me matan?
No llores. Pierdes tus votos y cartas, pero si tienes alianza puedes regalarle tus votos a tu compa… porque la lealtad también es maña.
¿Cómo se gana?
El juego puede terminar de tres formas:
Presidente por Dedazo: Juntas 22 votos antes que nadie.
Presidente por Panzazo: Se acaban las cartas o ya no hay más votos, y tú eres el que más tiene.
El Zedillazo: Sobrevive solo un candidato.
Las Mañas del Poder no se gana con buenas intenciones. Se gana con mañas, con estrategia y con el colmillo bien retorcido. ¿Estás listo para mancharte las manos y salir triunfador?